SIMON BOLIVAR MURIENDO…
…Y SU NIÑO INTERNO VIENDO!!!
Adaptación y puesta en escena
por: Gabriela
Belluco
Puesta en escena basada
en “LA HAMACA DE BOLÍVAR” de: Arturo Uslar Pietri
Tomado de: "Bolívar
Hoy", Monte Ávila Editores (1.983)
SINOPSIS DEL AUTOR:
Arturo Úslar Pietri,
quien es, sin duda, una de las figuras más destacadas en el ámbito cultural
venezolano e hispanoamericano de los últimos tiempos, ha desarrollado una
extraordinaria labor intelectual que lo ha llevado a incursionar con éxito en
géneros tan disímiles como la novela, el cuento, el teatro, la poesía, el
ensayo literario, histórico y político, el periodismo y la difusión cultural a
través de la televisión. Esta intensa actividad le ha merecido numerosos
reconocimientos dentro y fuera del país. Entre ellas, La Hamaca de Bolívar,
literatura profunda en tiempos duros del libertador.
Extracto del escrito La Hamaca de Bolívar
“En una de las
vitrinas del Museo Bolivariano de Caracas hay una vieja hamaca desflecada, con
los colores que fueron vivos, amortecidos por el tiempo. Es una hamaca de
Bolívar. Fue una de las que él usó durante los largos años de aquellas campañas
inagotables, de aquella andanza sin tregua que se tejió y retejió como el hilo
del destino, por entre selvas, cumbres, ciénagas y llanuras, desde la boca del
Orinoco hasta las riveras del Titicaca.
Esa hamaca
colgó en la sala rústica de la casa del pueblo: Entre dos árboles a la
intemperie para acampar por la noche. Durante los tiempos más difíciles y
agitados de su lucha Bolívar no tuvo otro lecho. Era su cama, su silla de
trabajo. Por la noche en tierra caliente, se tendía en ella a dormir su breve
sueño nervioso. Al llegar, lo primero que hacía el asistente era tenderla.
Venían los secretarios y los ayudantes y se ponían alrededor. Mientras él se
mecía y se levantaba sin cesar, dictaba cartas y disponía operaciones.”
ACTORES:
Manuelita
Bolívar
Bolívar niño
Cuatro personas vestidas de negro
Escena: un chinchorro,
Simón Bolívar moribundo y una tela blanca en bastidor
Manuelita: (entra
al escenario, con cesta o ropa, se acerca a Bolívar...le toca el rostro…triste)
¿Qué le han hecho a mi Bolívar?
Bolívar: (sentado en el chinchorro...abre los
ojos suavemente y le toca las manos, cansado…agotado)
¿Qué haces aquí mujer?- viendo lo que queda de mi…viviendo
conmigo los peores y últimos momentos…lo que queda de este luchador no es ni la
sombra de lo que él era antes…
Manuelita:
He vivido con usted los mejores momentos de gloria…de
paz…de amor…mi vida ha sido suya…
Usted ya ha hecho demasiado Bolívar…
¿Y que han dejado de mi guerrero inmortal?...
¿Que ha quedado de mi amor abnegado?
Bolívar:
Aun aquí, de esta manera y con recuerdos amargos,
sigue ese brillo en sus ojos mujer, que pueden opacar cualquier lucero…
Pero por dentro mi
manuelita...no quisiera ver esa fuerza…
Esa fuerza impetuosa capaz de todo…
Pero tienes miedo de perderme…
Porque en el fondo sabes que será así…
Manuelita:
Hasta para eso somos egoístas, porque ni la ley de
vida que es la muerte, la queremos aceptar, porque sabiendo que te iras y
descansarás...quiero que te quedes, pero conmigo...
Quiero ser yo tu único ideal…
Pero ese no es ni será tu destino…
Mi amor me obliga a estar aquí…
Porque no lo entiende mi señor...mi ideal es usted…
Bolívar:
Después de tener la fuerza de mil robles, de cruzar
montañas y océanos, solo me queda la muerte, una camisa prestada y las ganas de
seguir viviendo...porque todavía tengo mucho que hacer...
¿Es que mi vida alcanza para lograr lo que quiero?
Manuelita:
Quizás morirás con una camisa prestada, pero tu gloria
será un arco iris de banderas de varias patrias...
(Manuelita se aleja de
Bolívar y comienza a hablar para ella)
Allí estás Bolívar...
Cuanto no dicen de ti...mi Bolívar...
Que si quieres o no quieres...
Que si estabas o no estabas...
¿Alguien sabrá realmente que quieres o querías?...
Yo si puedo decir algo que nadie sabe...
Donde descansabas, donde dormías...yo podría hablar de
la hamaca de Bolívar...
(Manuelita se va del
escenario en forma discreta)
Bolívar:
Esta hamaca colgó en la sala rustica de la casa del
pueblo...entre dos árboles a la intemperie para acampar de noche...durante los
tiempos más difíciles y agitados de mi lucha no tuve otro lecho...
Es mi cama, mi silla de trabajo...
Por la noche en tierra caliente, me tendía en ella a
dormir mi breve sueño nervioso...
Al llegar a cualquier lugar, lo primero que ordenaba
al asistente era tenderla...
Venían secretarios y ayudantes y e ponían alrededor de
mi...mientras yo mecía y me levantaba sin cesar...dictaba cartas y disponía
operaciones...vaya aquellos tiempos...
Vaya recordar cuando era adolescente...un muchacho
joven con brío...con fuerzas...con sueños...en mi hamaca...
Bolívar niño:
(Entra al escenario en
forma curiosa...viéndose reflejado...viéndose morir)
¡Ese soy YO!
¿Qué quedo de mí?
Yo era un niño de holgada posición... (Se voltea y reflexiona lo dicho)
pero sufrido...
Perdí a mis padres a temprana edad...mi madre... (Voltea al Bolívar moribundo y dormido)...tu madre Bolívar...
¿recuerdas?...se llamaba María Concepción de Palacios Blanco...vaya
nombre...vaya estirpe...vaya mujer...que mujer mi madre...la madre de Bolívar.
Manuelita: (entra
viendo a Bolívar con ternura)
Seguro piensa en
su madre...
Solo ella lo
comprendió...pero que temprano se le fue de su lado...
Eres difícil de
entender porque tu mundo es difícil de entender...
En ti toma
conciencia y forma inmarchitable el gran proceso de mestizaje cultural de la
vida criolla...Eres voz y brazo...no solo de aquellos hombres que se lanzaron a
hacer milagros a tu llamada, sino de todas las vastas muchedumbres que te
siguen nombrando y buscando...
No estas
dormido...no estas muerto aun, ni mucho menos en calidad de recuerdo, ni en
sustancia de historia...
Bolívar:
Yo les he
representado en presencia de los hombres, yo los representaré en presencia de
la posteridad...
Manuelita:
Si amor...eso
les responderás a la gente inquieta y buscadora...
Bolívar niño:
¿Es esa mi
hamaca?
Esta vieja
desflecada, con los colores que fueron vivos amortizados por el tiempo...
Esa es mi
hamaca.
Esa será la
hamaca que usaré durante los largos años de futuras campañas inagotables, en
andanzas sin tregua donde se tejerá y retejerán como el hilo de mi destino, por
entre selvas, cumbres, ciénagas y llanuras, desde la boca del Orinoco hasta las
riveras de Titicacas.
Bolívar:
Que dirían
aquellos que jamás me entendieron...que duermo en esta hamaca...no dejarán de
escribir profundamente el uso de mi hamaca...quizás llegarán a criticarla y
dirán: esa hamaca es señal de inferioridad y de barbarie.
Manuelita:
Por eso que
piensas es que al final de tus días te sientes agobiado por el desengaño de
aquellos que critican, comentan... ¿y por que no decirlo?...traicionan...te
traicionan...por eso es estas agobiado...por eso estas desengañado, ¿verdad?
Bolívar:
La independencia
es el único bien que he alcanzado, a costa de todos los demás.
Manuelita:
Lo dices
desconsolado...
Bolívar:
Como no decirlo
con dolor y desengaño...ver caer aquellos países recién liberados al precio de
tantos sacrificios en variadas formas de caudillismo dictatorial...
Manuelita:
Ese buscar sin
tregua...
Bolívar:
Que es también
constante revelación, es lo que aún me mantiene vivo y valido para realizar la
América en la que estoy empeñado...
Bolívar niño:
¿Entonces?
No encarne solo
un gran acontecimiento histórico...también una causa y un camino...
Vaya...me
retiro...ya se que te irás conmigo...somos el mismo Bolívar...soy tu
pasado...soy yo, eres tu cuando eras niño...pero ahora glorioso pasado...solo
permite el por venir de los pueblos a los que me daré...o a los que te diste,
¿no?
(Bolívar niño y manuelita salen de escena
con mímicas de enlace)
Bolívar: (solo en escena)
¡Capitán!..Combatiente...donde
una boca grita libertad y donde un oído escucha...
Donde un soldado
rojo rompe una frente parda...donde un laurel de libres brota, donde una nueva
bandera se adorna con la sangre de nuestra insigne aurora.
Yo, Bolívar,
capitán, se divisa mi rostro...
Otra vez entre pólvora
y humo mi espada esta naciendo...
Otra vez mi bandera
con sangre se ha bordado...los malvados atacan mi semilla de nuevo...
Clavado en otra
cruz esta el hijo del hombre...
Mi voz nace de
nuevo...
Mi mano otra vez
nace...
Mi ejército
defiende las banderas sagradas...
La libertad
sacude las campañas sangrientas, y un sonido terrible de dolores precede la
aurora enrojecida por la sangre del hombre...
(Ultimas palabras agonizantes de Bolívar)
La paz, el pan,
el trigo de mi sangre nacerán, de nuestra joven sangre...
Saldrán paz, pan
y trigo para el mundo que haremos e hicimos...
(Entran a escena cuatro personas vestidas
de negro, cargan a Bolívar y lo sacan de escena con música acorde)
Manuelita:
Ya no estás mi
Libertador, pero has liberado mi vida, mi alma y tu tierra...
Y fue mi sueño
adorado el compartir contigo todo sueño alcanzado...
Esta es tu
hamaca...esta fue tu vida...algún día Bolívar...algún día.
(Casi arrastrándose, sale Manuelita
abrazando la hamaca de Bolívar)
Fin
Excelente adaptación, quisiera poder obtener el guión y asi realizar esta puesta en escena.
ResponderEliminarBuenas tardes Thayri:
ResponderEliminarEl guión te lo envío vía e-mail. En él se incluye detalles del escenario, vestuario y otros.
Recuerda debes realizar un Dossier.
Cualquier información extra estoy a la orden.
Espero podamos reunirnos pronto.
Saludos
Gracias Prof. Gabriela
ResponderEliminarYa recibí el correo.
En el resumen o ficha técnica, existe la posibilidad de adaptar música en los actos?
Claro Thayri. de hecho nosotros utilizamos música clásica, Verdi para ser exactos...pero puedes elegir cualquier música que vaya acorde a la situación o al momento en la puesta en escena.
ResponderEliminarSugiero recuerdes que el final debe estar basado en el "drama"de manera imponente..hablamos de la muerte de nuestro Libertador, la elección de la música debe ser muy sensible al momento!